sábado, septiembre 15

Frank Delgado- en cuerdas para cuerdos


Este disco no recuerdo en realidad como llego a mis manos, despues de una borrachera desperte con el, cuando lo escuche, en medio de una cruda tremenda, quede encantado, cualquiera pudiera penzar que fue a causa de mi estupides postetilica, pero no, lo he escuchado una y otra ocacion y me sigue gustando aqui les dejo algo de informacion que encotnre de el y obvio, el disco



Frank Delgado nace en Minas de Matahambre, Pinar del Río, el 19 de octubre de 1960. Es graduado de Ingeniería Hidráulica en el I.S.P.J.A.E. Se inicia formalmente en el Movimiento de la Nueva Trova en julio de 1979 y se vincula con trovadores de su generación como Santiago Feliú, Carlos Varela y Gerardo Alfonso. Durante la década de lo 80 participó en todas las plazas fijas y temporales de la Nueva Trova.
Ya en los 90, su trabajo se ha mantenido de manera ascendente y constante, y dan fe de ello sus presentaciones en el Teatro Nacional de Cuba. Más de dos centenares de ciudades en países de Africa, Europa y América Latina han disfrutado de los recitales de este trovador itinerante. Además ha compartido escenarios con Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Daniel Viglietti, Juan Carlos Baglietto, Fito Paez y, por supuesto, sus colegas cubanos de generación.
Trovador en edad difícil, ingeniero hidráulico de la canción, trotador de las tardes por Quinta Avenida, hijo varón de Pancho y Migdalia, ha cometido un costoso error: abrirse paso A guitarra limpia. Abandonar los planos, los tubos y otras piezas para apostar a tiempo completo, desde los años ochenta hasta hoy, por la canción inteligente. Y digo error, porque en su apuesta nos beneficia a todos, pero se marca con la impronta de las dificultades: cantar su tiempo como un Homero helénico a cambio de muy poco, sufrir las agonías del ser más cercano, convertirlas en propias, para eternizarlas a través de las cuerdas y la voz.
Frank Delgado, es el trovador cubano más comprometido de los que en su generación asumen ese reto, arriesga hasta el delirio y en su canción, a veces directa, a veces sentida en los planos más íntimos, a veces con la propuesta del signo más épico, la vanalidad, la superficie y el ejercicio fácil no ocupan espacio. Con la adarga al brazo, Espíritu y consumo, Veterano y tantas otras, son textos que hubiera querido escribir, y, además, pruebas de que la voz de una generación está latiendo y existe, A guitarra limpia.

1 comentario:

Rafael Galdámez dijo...

Mil gracias hermano, tenia tiempo buscando este disco.
pd. seguramente no era ninguna consecuencia de la postetilica que hayas encontrado agradable la música de este gran poeta cubano.